
Después de una ausencia de tres años, Aitana hace un regreso sorpresa a casa con Gabi, su pareja brasileña y su hijo. La recepción de sus padres es sorprendentemente fría. Solo su hermano en silla de ruedas se complace en verla. Pero lo que afecta a Aitana sobre todo es la presencia de un extraño de su edad durmiendo en su cama, usar su ropa, vivir en su casa y ser tratada por sus padres como si fuera su hija. A partir de ese momento, desgarrado por los celos, la sospecha y el malentendido, Aitana intenta descubrir qué está sucediendo y quién es la intruso hasta que descubra una verdad inesperada e inesperada más oscura de lo que jamás hubiera creído posible.